LA MENTALIDAD DEL CAMPEON

Correr es vivir

La marca distintiva del campeón es su tenacidad para conseguir la victoria cuando las cosas no salen como es debido, es decir, cuando no estás jugando bien y las emociones que experimentas no son las adecuadas; así es como Billie Jean King aprendió lo que significaba ser una campeona.

Carácter, coraje, fuerza de voluntad y mentalidad de campeón son nombres distintos, pero todo es lo mismo. Es lo que permite a los deportistas sacar de lo más profundo la energía cuando más la necesitan. Los deportistas con mentalidad de crecimiento llegan al éxito aprendiendo y mejorando, no solo ganando.

Los grandes deportistas que alcanzaron la cima eran personas que trabajaron duro, que aprendieron a mantener la concentración en momento de presión y que se forzaron más allá de su capacidad ordinaria cuando tuvieron que hacerlo.

El triunfador ve una oportunidad cerca de cada obstáculo; el perdedor ve de dos a tres obstáculos cerca de cada oportunidad.

El triunfador siempre tiene un proyecto; el perdedor siempre tiene una excusa. .

Debemos cultivar algún deporte, las capacidades del cuerpo humano van cambiando conforme cresemos. Si lo que buscas es alcanzar el máximo nivel deportivo a temprana edad, aprovecha tu potencial ya que, la velocidad es de las cualidades físicas que más rápido se pierden, la cualidad que perdura es la resistencia y mientras más maduro(a) eres, es lo que más se puede desarrollar. Correr te brinda esta gran oportunidad de desarrollar esta filosofía (la mentalidad del campeón), producir un estado de euforia o felicidad al participar en una carrera o competencia que te impulsa a competir de nuevo, a fijarte otras metas, a superarte a ti mismo. Christof Koch, científico, maratonista y profesor del Instituto Tecnológico de California, concuerda con Christopher Bergland el tres veces campeón del Ironman, que ¨la emoción y la euforia producidas al correr, no se comparan con otra sensación¨.

EL SECRETO DE LA VIDA

dar y recibir

Si quieres que tus sueños se realicen, ayuda a alguien a hacer realidad los suyos. Comienza por sembrar algunas semillas para que Dios le pueda traer una cosecha, porque cuando suplimos las necesidades de otras personas, Dios siempre suple las nuestras. 

Si usted tiene dé. Si no tiene, dé. Si logras quitar de tu mente tus problemas y comienzas a ayudar a otros, no tendrás que preocuparte por tus necesidades porque Dios se encargará de ellas. 

 Sucede algo sobrenatural cuando quitamos nuestros ojos de nosotros mismos y miramos las necesidades de los que nos rodean. El Antiguo Testamento nos enseña que cuando demos de comer al hambriento, cubramos al denudo y animemos al triste, entonces nacerá nuestra luz y nuestra salvación.

 

Si fomentamos un estilo de vida de generosidad y de servicio sin esperar recibir nada a cambio, estamos dando un paso gigantesco en la búsqueda de la verdadera paz interior que le dará un sentido real a nuestras vidas. Esta es la herramienta más silenciosa pero más poderosa, pues cuando sirves, tu espíritu se regocija, vibra de emoción y deja huella en tu corazón y en el de los demás.

LA MEDITACIÓN

Se está empezando a despertar una conciencia colectiva y un gran afán por encontrar la espiritualidad, debido a que cada vez vemos más lejos y difícil de alcanzar el amor, la paz interior y la armonía entre cuerpo, mente y espíritu. Esta búsqueda se debe al gran vacío interior, causado por el estado de ansiedad producido por depositar todas nuestras energías en poseer, tener o manipular.

El problema del ser humano es que se ha identificado con su personalidad, con su cuerpo físico, sus emociones y su mente, y se ha olvidado de quien es en verdad. Con la meditación recuperamos la memoria de nuestro origen divino y nos salimos de la memoria del reino animal que nos hace creer en la muerte, en la carencia que nos hace ser posesivos y egoístas, nos limita con su sentido de propiedad y posesión. 

Con la meditación comienzas a descubrir tu verdadero mundo. Un mundo de armonía y belleza, de luz, y amor, de fuerza y sabiduría. Esta es la puerta de entrada a los Pasajes secretos de tu mundo interno. Es el método que te lleva al contacto con tu propia fuente de vida. Cuando decides meditar, estas encaminándote al reino de la luz y del amor porque solo, en lo profundo de tu corazón, encontraras el equilibrio y la felicidad que has estado buscando.

Meditar es hacer que tus emociones y tu mente guarden silencio para que puedas escuchar la voz del alma, de ese ser maravilloso y divino que eres en verdad. Por lo tanto, el objetivo de la meditación es hacer contacto con el alma. Allí están la fortaleza, el poder, el amor y la voluntad.

Quiero aclarar que la meditación no tiene nada que ver con el tipo de religión, creencias o secta. Lo importante y seguro es que tu existes y la meditación es simplemente la llave para acceder a tu interior, para que mientras estés vivo, puedas penetrar hasta lo más profundo de tu ser y disfrutar amorosa y plenamente tu paso por este mundo.

“La meditación es un don con el que todos nacemos. Tú tienes el poder de desarrollar e implementar”.